Ingenua, tierna y cambiante; el viento marca mi destino. Metamorfosis de un corazón y un alma.

viernes, 14 de marzo de 2014

Reto 03: Rana de Chocolate + Tormenta + Colacuerno Húngaro

image



Reto 03: Rana de Chocolate + Tormenta + Colacuerno Húngaro.

Género: Romance - Fluffy

Rating:  PG     

Autor: Ivanna Hwang   






— ¡Hyung espérame!





— ¡Apura un poco! Debemos adentrarnos más, las condiciones de este lugar no me dan confianza.





Ese día, era la primera salida a Hogsmeade que MinHo realizaba, pero Changmin en lugar de llevarlo a visitar lugares típicos como Honeydukes o Las Tres Escobas, había querido curiosear al final del pueblo, donde se encontraba la enorme construcción de época barroca, que a pesar de los años, aún se erguía imponente; y completamente tétrica en opinión de MinHo. Se adentraron en la casa entre el olor a humedad y polvo acumulado de la casa de los gritos, no imaginaron que una tormenta torrencial caería y  los dejaría varados dentro de ella.





—Es culpa tuya por querer venir aquí, podríamos estar tomando una cerveza de mantequilla con Madame Rosmerta.



                                                                                                                                

Incluso MinHo hubiera aceptado ir a tomar un café al salón de té de Madame Tudipié. "Al menos así parecería una cita normal". El castaño camina en silencio detrás de Changmin, observa como su capa ondea gracias a las ráfagas de aire frío que se cuelan entre las rendijas de la madera podrida; y no puede evitar sonreír ante el hecho de que su relación con el mayor siempre había sido así, muy poco ortodoxa. Se conocían desde niños y a pesar de que MinHo era un par de años menor, hubo química desde el primer instante en el que se miraron, volviéndose Max el protector del castaño. Es por eso que el día en que llegó la carta de Hogwarts a la casa de la distinguida familia Shim, Changmin se opuso determinantemente a asistir al colegio, pero MinHo lo convenció de no perder esa oportunidad y que en un par de años él lo alcanzaría. Su promesa fue cierta, y dos años después el entró a la afamada academia, sin embargo, hubo un pequeño problema, el castaño quedó en Gryffindor y Changmin estaba en Slytherin. Algo sin importancia para ellos pero que para el alumnado era impensable la amistad entre estas dos casas. A pesar de que ya habían pasado casi tres décadas desde la caída del Sr. Tenebroso había demasiados jóvenes conservadores que veían mal las relaciones entre estas dos casas, aunado a que eran de la pocas parejas gay que se habían aventurado a “salir del clóset”. Esto último no les preocupaba, si ellos y sus familias lo aceptaban, el resto de la sociedad podía irse al demonio.   





—Creo que podemos quedarnos aquí sin morir de frió  La voz de Changmin interrumpe el soliloquio interno del menor, que choca contra su espalda al venir distraído.





— ¡Auch!, Lo siento hyung— De forma tierna soba su nariz que tiene un ligero color rosado debido al golpe.





El mayor guarda silencio y mira extrañado al castaño, sin embargo, abre la puerta de la habitación dejando entrar a MinHo primero, podría decirse que a pesar del polvo y telarañas que cubrían el lugar, la recámara era habitable y en sus tiempos mozos debió ser muy hermosa, aunque en ese momento se encontraba casi vacía, solo había un gran baúl al fondo.





—Deberíamos limpiar un poco, no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí.





—Ya lo hago.





Changmin siempre había sido bastante quisquilloso en cuanto a la limpieza, no soportaba ver desorden ni suciedad, de hecho le tenía miedo a las cucarachas y a las arañas, pero con un solo movimiento de varita, limpió toda la escoria del lugar.





El castaño sonríe antes de sentarse sobre la alfombra; chasqueando sus dedos crea una pequeña flama color naranja para iluminar y templar la temperatura de la estancia, esta era una habilidad nata, podía controlar ese elemento y usarlo a voluntad, no le quemaba, de hecho su piel solo cosquilleaba.





—La primera vez que hiciste eso casi incendias mi casa.





—Era un crío, y no lo hice a propósito, simplemente salió.





En esa ocasión, su cuerpo reaccionó al ver a Jessica tan cerca del morocho, porque ella sin pensar, se había colgado del cuello e intentó besarlo como forma de saludo, ya que la familia de Max la había escogido como futura prometida de Changmin y él en un arranque de celos, había creado una llama alrededor de sus manos, derritiendo en el proceso la caja de ranas de chocolate que pretendía regalarle al mayor. MinHo nunca lo admitiría en voz alta, pero no era un secreto que el castaño podía ser muy posesivo cuando quería.





Ambos guardan silencio sin saber que decir, solo se escucha la lluvia caer y el ruido de los truenos a la lejanía. Debían encontrar una forma de llegar al colegio antes del toque de queda y que el celador los amonestara de nuevo.





—Lo siento MinHo.





El mencionado que jugaba aburrido con la llama en su mano, abre sorprendido su mirada ante las palabras del morocho.





— ¿Qué?





—Es la tú primera salida a Hogsmeade y en lugar de llevarte a lugares normales, te traje aquí. Pero no me arrepiento del todo, podemos estar juntos sin ser interrumpidos.





—Hyung...





Max estaba recargado sobre el baúl de madera obscura mira de forma penetrante al menor, sus ojos tiene un brillo travieso que MinHo conoce a la perfección. No obstante el arcón  no soportó su peso y con un fuerte crujido se desplomó, haciendo caer al mayor.





— ¿Estás bien?





—Tsk, no te preocupes— El mayor hace una seña para tranquilizar al castaño, pero al intentar recargar su mano en el piso para levantarse, un rictus de dolor aparece en su rostro. — ¿Qué demonios?— Changmin había sido mordido por una lagartija maldita.





El menor voltea ante la expresión enfadada de Changmin, sus ojos se iluminan con infantil admiración al ver de lo que se trataba.





— ¡Oh dios mío! ¡Es un colacuerno húngaro! !Y es uno miniatura!— Se acerca emocionado hasta Changmin.  Pensé que ya no existían.





Max ve al dichoso dragón que se escondía entre las tablas del baúl, la verdad es que de ese tamaño no imponía mucho, pero vaya que tenía fuerza en sus mandíbulas. Al intentar tomarlo para dárselo a MinHo, el pequeño animal lanza una flama bastante potente que hace retroceder al morocho.





— ¡Demonios! Esa cosa no me agrada en absoluto.





—Es solo reacción hyung, casi lo matas al caer sobre el— MinHo se acerca de forma lenta y con una enorme sonrisa en el rostro hasta el dragón, quien retrocede mostrando sus dientes, sin embargo cuando el castaño lo toma entre sus manos, olisquea su entorno y lame de forma cariñosa la palma, antes de enroscarse y dormir.





—Tu calor debe tranquilizarlo.





—Supongo, pero es raro que un animal de este tipo este encerrado en un baúl. ¿Qué más habrá?





—Ya entiendo porque quedaste en Gryffindor y no en Ravenclaw, eres un gatito curioso.





MinHo se sonroja ante lo dicho, era cierto, el sombrero estuvo a punto de mandarlo a Ravenclaw, pero término en la casa de los leones.





—Pues tú eres una serpiente insufrible.





—Insufrible o no, soy tu novio y me adoras así— Una sonrisa ladeada acompaña el comentario, Changmin se levanta y sacude de su uniforme el polvo y virutas de madera. —Creo que ha dejado de llover — El morocho se acerca a la única ventana de la estancia para ver entre las rendijas que, en efecto, la tormenta había cesado.





—Deberíamos regresar al colegio.





—O podríamos aprovechar que estamos solos y después utilizar el pasadizo que conecta esta casa con los campos de Hogwarts.





— ¿Sabías cómo salir desde el principio?





Changmin sonríe ampliamente sin decir nada, se acerca a MinHo y lo acorrala en un abrazo. 





—Tal vez, solo quería tenerte para mí el día de hoy, últimamente andas muy pegado a Horvejkul— Un gruñido enfadado sale de sus labios.





MinHo acomoda al pequeño colacuerno en el bolsillo de su capa antes de rodear con sus brazos el cuello del morocho. — Es el capitán del equipo de quidditch, es normal que yo como buscador este cerca de él. Patearemos sus traseros el próximo partido.





—Preferiría que tuviera otros usos “más interesantes”.





—Eres un pervertido — Sus rostros están a escasos milímetros, haciendo que las respiraciones se entremezclaran de forma cálida y embriagante.





—Tú también lo eres, aunque lo niegues.





Changmin besa sin pudor alguno los labios de MinHo, que acostumbrado a los arranque pasionales del mayor, corresponde de la misma forma. Su relación es extraña, con altibajos, como todas, pero no cambiaría a ese hombre por nada del mundo.





Después de todo, siempre sentía volcar su corazón con un simple beso o caricia, como si se tratara de una rana de chocolate recién abierta.







Total de palabras: 1402

0 comentarios:

Publicar un comentario

© Ivanna Hwang, AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena