Reto 05: Fireflies + Baile + Celos
Autor:
Ivanna Hwang
Género:
Romance - Fluffy
Clasificación:
PG
Han pasado cinco años
desde que sus padres se divorciaron por la diferencia de ideales existente
entre ellos; el más fuerte era la negación absoluta que tenía su padre con su
apariencia, no toleraba que haya dejado los equipos de fútbol y kendo, para
practicar el arte de la ceremonia del té, le molestaba también su cabello largo,
viéndose como una calca de JiYeong, lo que ocasionaba el constante acoso por
parte de sus compañeros de secundaria, quienes se burlaban de él e incluso
llegaban a agredirlo, deshonrando así el apellido paterno; desde la perspectiva
de SeJong, quien tampoco entendía que MinHo no eligió ser como era, solo nació
así y así viviría.
Desde entonces residía con su madre en un pequeño departamento en el centro de la ciudad, lejos
de su antiguo hogar, lo que no impedía, que su mejor amigo fuera
a visitarlo constantemente. Lo gracioso de su amistad, es que inició por un
malentendido; ChangMin estaba convencido de que MinHo era una chica la primera vez que lo vio, tardó cerca de un mes en darse cuenta de la verdad. El
castaño aún lo molesta con eso.
Ahora está en la
preparatoria y a pesar de que su apariencia sigue siendo femenina, ya no es
molestado por ninguno de los chicos, tiene la ligera sospecha que es por culpa
de ChangMin, al ser presidente del consejo escolar. Él ya estaba a punto de
graduarse y había rumores que pretendía dejarlo como sucesor. No es algo que
menospreciara, pero no se sentía con las aptitudes necesarias para el cargo.
— ¿Estás seguro de
esto?
— ¡Claro! ¿Qué puede
salir mal?
— No sé si pueda con
toda la responsabilidad ChangMin.
Ambos se encontraban
en la biblioteca, MinHo era el encargado de acomodar los libros esa tarde.
— ¿Por qué tienes
tanto miedo? Las personas no te comerán.
— Pero pueden humillarme—
Coloca un grueso libro en uno de los estantes, no quiere ver de frente a
ChangMin, sabe que si lo hace aceptará cualquier proposición que este le haga.
—Hace mucho que nadie
te insulta, de hecho, muchos te admiran por la elegancia que demuestras en las
clases de Chanoyu. Y el profesor de
atletismo está sorprendido con la facilidad que ejerces cualquier deporte.
—ChangMin, te he
dicho que no. No insistas por favor.
Las facciones del
mayor se tensan ante la negativa, sabía que no podía forzarlo, pero no le
gustaba que MinHo despreciara todas las cualidades que poseía.
—Está bien, no
insistiré más— Escucha un suspiro aliviado por parte del menor —…por hoy.
— ¡Hyung!
—No puedo imponerte
una decisión, pero tampoco puedes obligarme a rendirme— Alborota los cabellos
castaños con cariño; ese año, eran más largos llegando a la altura del cuello;
quebrándose de forma natural haciendo sus facciones aún más delicadas. MinHo
era precioso, aunque no lo aceptara, no tenía siquiera idea de las personas que
estaban detrás suyo; siempre sonriente, cautivaba a cualquiera y eso
al mayor era algo que le molestaba en sobremanera. MinHo era su persona
preciada y no dejaría que nadie se le acercara. —Tengo que irme, quedé con
Victoria en rectoría, no pensé que el baile desquiciara a todos los
estudiantes.
El castaño se tensa
al escuchar el nombre femenino, no les gustaba nada que esa muchacha se
acercara tanto a ChangMin. “Es la
vicepresidenta no tiene nada de extraño”
Intenta convencerse, pero era un secreto a voces que ella estaba enamorada
del morocho y se le insinuaba de diversas formas, siendo ignorada por el mayor.
Carraspea pretendiendo alejar ese tipo de pensamientos, no podía demostrar que
ChangMin le interesaba más que un simple amigo.
—A todos nos interesa
el baile, somos jóvenes y el fin de curso se acerca. ¿Quién estaría tranquilo?
— ¿A ti también? — El
mayor se acerca más al rostro de MinHo, una parte de él anhela poder
declarársele, pero temiendo una negativa no lo ha hecho. — ¿Ya tienes con quien
asistir?
MinHo asiente
mientras coloca una pila de libros en una mesa, por eso no observa la mirada
triste que le dirige el pelinegro.
—Iré con los chicos,
ninguno tiene pareja y no pretenden buscar una, algunas chicas dan miedo — Al
castaño también le intriga con quien irá ChangMin, la chicas de su salón
apuestan que le pedirá a Victoria ser su pareja, otros que es demasiado serio
para una fiesta. Sea cual sea, prefiere la segunda opción, la primera no le
gusta nada. Titubea antes de preguntar. — ¿Tú con quien irás?
—El protocolo dice
que asista con la vicepresidenta.
MinHo, cierra los
puños intentando calmarse, un nudo en su garganta comienza a formarse;
extendiéndose al pecho.
— ¿Entonces se lo
pedirás a ella?— Le da la espalda, no quiere que lo vea llorar. Es tonto que se
ponga tan sentimental por algo así, pero dolía, y mucho.
— ¿Qué? ¡No! — El
morocho se asusta al ver los ligeros temblores del cuerpo menudo, lo voltea,
encontrándose con un par de ojos nublados por las lágrimas, sin embargo, estas
no caen aún. —Dije que es el protocolo, pero no quiero ir con ella. Tengo en
mente a otra persona.
— ¿A quién?
— ¿No te has dado
cuenta cierto? — ChangMin rodea con sus brazos a MinHo, su rostro está
sonrojado y no quiere que lo vea así. —Todo este tiempo, estuve enamorado de
ti, por eso no me alejé cuando supe que eras hombre. No negaré que me sorprendió,
pero mis sentimientos no están basados en algo tan banal como el físico. Te amo
por lo que eres, por tu inocencia y amabilidad, por tu presencia que me
tranquiliza. Te amo por todo eso y más, no por tu género o apariencia.
El menor se sonroja
con tales palabras, más lágrimas caen sobre sus mejillas, pero, estás son de
alegría y un poco de pena, ninguna otra persona le hablaba de esa forma a parte
de su madre, y sentirse amado a tal magnitud, lo hacían cohibirse. Aun así,
logra decir ente hipidos.
—También te amo.
—Entonces, ¿te
gustaría ser mi pareja?
—Sí.
***
— ¿Cómo me veo?
— Te ves hermoso
cariño.
El castaño voltea
sonriente, su madre lo había ayudado a vestir y KiBum, uno de sus amigos, lo
apoyó con los detalles. El chico era un fashionista por excelencia y su sueño
era ser un gran diseñador; iba por muy buen camino, ya que le había confeccionado
la ropa que ahora traía puesta y era preciosa.
— Tu novio, quedará
encantado, pero sigo sin perdonarte que nos dejes por un “Superior”
— No quería ser el
mal quinteto entre ustedes.
— Lo sabes, ¿cierto?
— Son bastante
obvios.
El rubio sonríe, no
valía la pena esconderse más. Gracias a ChangMin, había más respeto hacia los
grupos “minoritarios” en la escuela, y a pesar que todavía existía la intolerancia, por un grupo de
conservadores, la vida colegial era más sencilla. Esa era la razón por la que
Jonghyun y él, saldrían como pareja esa noche.
— ChangMin-sama no
tarda en venir y yo tengo que ir a arreglarme, nos vemos en un par de horas.
¿Vale?— El rubio hace una reverencia a JiYeong antes de salir de la habitación.
— ¿En serio no me veo
extraño?
—Ya te lo dije, te
vez hermoso. Tu amigo hizo muy buen trabajo; lo que no entiendo es por qué
decidiste ir vestido así— La mirada del menor se obscurece un poco con lo
dicho. —No me malentiendas cariño, sabes muy bien, que, desde pequeño no te e impuesto nada, buscando que seas libre de decidir responsablemente. Pero me gustaría saber tus razones.
— Quiero romper mis
ataduras, demostrarle a todos que no importa la apariencia de una persona, que
si nació hombre o mujer, tiene todo el derecho de elegir si quiere seguir un
rol o adaptarse con el que en verdad se refleja, o no seguir ninguno
establecido, seguimos siendo personas iguales a todas, comemos, bebemos, nos
enamoramos, no somos ningún bicho raro. Además es un regalo a hyung por
apoyarme y una muda respuesta a su propuesta de ser el siguiente presidente.
— Eso es todo lo que
quería saber— El timbre de la puerta se escucha, poniendo nervioso a MinHo. Su
madre le sonríe pícara antes de empujarlo a la puerta. —Ve y diviértete, no
regresen muy tarde. ¿De acuerdo?
El menor asiente
antes de inhalar profundamente y abrir la puerta. Encontrándose con el morocho
que llevaba un ramo de rosas blancas, haciendo contraste con su traje negro,
tenía pequeños destellos en la tela, su camisa era lila con los primeros botones
desabrochados. Al verlo dicho ramo resbala de sus manos, apenas logra
sostenerlo antes de que toque el suelo.
— ¿Min….MinHo?
— ¿Te parece muy
exagerado?
ChangMin boquea como
pez fuera del agua, ¿qué era esa vestimenta? El castaño traía puesto un vestido
de cóctel color crema, en la altura del pecho, la tela era traslúcida como
encaje; debajo de este un listón satinado hacía división, enmarcando su
cintura; la caída era en “A” afinando sus piernas, su cabello caía en suaves
ondas llegando a la mitad de la espalda, un par de zapatos bajos color plata
complementaban su atuendo.
— Te vez hermoso.
MinHo sonríe
cohibido, se acerca hasta el pelinegro, quitándole el ramo antes de darle un
beso en los labios.
— Gracias.
***
La música era
estridente, los vidrios temblaban y las conversaciones no se escuchaban.
Jóvenes brincaban y empujaban en la pista de baile, con vasos de ponche en las
manos, dejando el piso completamente sucio.
— Cuando averigüe
quien fue el gracioso que vació una botella de vodka en el ponche, lo mataré.
ChangMin rumiaba su mal humor, la fiesta estaba hecha un caos, le tranquilizaba
un poco el saber que al otro día todos tendrían una señora resaca.
— Si realmente te
preocupara, no tendrías un vaso de esa bebida en tus manos.
El morocho sonríe
antes de rodear con uno de sus brazos la cintura del castaño. Su llegada causó
bastante controversia entre el alumnado, ya que no reconocían a la chica tan
linda que estaba a su lado, grande fue su sorpresa al darse cuenta que en
realidad era MinHo, algunos se burlaron pero callaron al notar la mirada
fulminante de Max sobre ellos. Victoria intentó acercarse, pero al verlos
besarse perdió todo interés, la dignidad ante todo.
Cuando la fiesta
comenzó a salirse de control, ChangMin tomó a MinHo sacándolo de aquél lugar. Caminaron
en silencio por la solitaria calle, hasta el gran parque que había detrás de la
escuela, era el mejor lugar a donde podía llevarlo era silencioso, tranquilo y
tenían un gran paisaje gracias a la luna que iluminaba el pequeño lago
artificial. Cansado, toma asiento en una de las bancas intentando relajarse,
comenzaba a darle migraña empeorando su mal humor. El castaño al notarlo, masajea ambos lados de su frente en forma circular, puede sentir como el cuerpo
del mayor se relaja.
—Adoro cuando haces
eso.
El menor sonríe, alza
el mentón del pelinegro para depositar un suave beso en sus labios, al
principio fue un solo roce, pero, hambriento de más, cuela su lengua
en la cálida cavidad profundizando el contacto entre ambos, demostrando en ese
acto, todo el cariño que le tiene. Tras necesitar aire se separan algunos
centímetros, observándose fijamente.
—Te amo.
—Yo más.
Ninguno nota como
pequeñas luciérnagas comienzan a volar sobre el agua, creando una mágica imagen con ellos como personajes principales.
Total de palabras:
1887
[1]
Chanoyu: Ceremonia del té japonesa.
¡Dios!
En serio lamento la tardanza, a pesar de que tenía la idea en mi cabeza, al
escribirla no cuadraba, de hecho tuve que eliminar escenas que ni al caso, pero
tal vez las utilice en algún otro fic. Tampoco ayuda que esté en hiatus. T-T
Dejo el
siguiente reto n.n
Reto
06: Nieve + Chocolate + Chimenea
¡Gracias por leer y no olviden que los reviews son amor!
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